La Semana Santa llena las mesas del país con platos contundentes y sabrosos en los que abundan los guisos, las sopas, los potajes y el pescado.
Durante esta época la prohibición de tomar carne para los cristianos ha creado, desde tiempos antiguos, un recetario tradicional que, sin duda, no supone penitencia alguna. Sopas de ajo, potaje de vigilia, atascaburras, patatas viudas o porrusalda son algunos de los platos que se preparan en Semana Santa.
El bacalao, el pescado más popular en Semana Santa
La Cuaresma ha impuesto la abstinencia de tomar carne, pero eso ha propiciado que las cocinas se llenasen de productos de temporada como los puerros, las espinacas y, por supuesto, el bacalao.
Hace siglos, los pescados más consumidos en Semana Santa eran el arenque, el abadejo y, evidentemente, el bacalao. El bacalao se volvió muy popular porque, además de ser uno de los pescados más versátiles y sabrosos, de enero a mayo es cuando mejor se pesca. Esto le convirtió en un pescado de pobres durante siglos.
Entró en las cocinas humildes, por eso se cocinaba con ingredientes sencillos, como las patatas, las espinacas, la harina y los ajos. Sin embargo, hoy en día el bacalao es uno de los pescados más apreciados. Gracias a aquellos tiempos, hoy en día tenemos por “penitencia” degustar platos tan estupendos como el bacalao al ajo arriero, la brandada de bacalao, el guiso de patatas con bacalao o los buñuelos de bacalao.
Tan popular se hizo, que es uno de los símbolos de la Cuaresma, representada por una vieja encorvada con siete pies. Los pies representan los siete días de penitencia, y en su mano lleva una gran pieza de bacalao.
Así que, para que no salirnos de la norma que impone la Cuaresma, os proponemos un suculento guiso de patatas con bacalao. Sencillo, barato y perfecto para la ocasión.
Receta de patatas con bacalao
Ingredientes:
- 600 g de bacalao desalado
- 4 patatas
- 1 pimiento verde
- 1 tomate
- 2 cebolletas
- 1 l de caldo de pescado
- 3 huevos duros
- 3 dientes de ajo
- 50 ml de vino blanco
- Aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta, perejil fresco
- Una cucharadita de pimentón dulce
Preparación:
- Secamos los lomos de bacalao.
- Calentamos aceite en una cazuela grande y marcamos el bacalao por los dos lados. Retiramos y reservamos.
- Picamos el ajo, las cebolletas y el pimiento y los pochamos en la cazuela con un poco de aceite.
- A continuación, añadimos el tomate rallado y sofreímos durante un par de minutos. Mientras pelamos y cortamos las patatas en trozos.
- Añadimos el vino blanco e incorporamos las patatas y rehogamos todo junto.
- Agregamos el caldo de pescado y, si fuera necesario, un poco de agua, porque las patatas tienen que quedar cubiertas.
- Añadimos el pimentón y picamos finamente los otros dos dientes de ajo y un poco de perejil y lo incorporamos a la cazuela. Cocemos a fuego suave durante 15-20 minutos.
- Por último, cuando las patatas estén casi blandas, introducimos el bacalao en la cazuela. Cocemos un par de minutos para que se integren todos los sabores.
- Servimos con huevo duro por encima y espolvoreando con perejil.
Con esta receta nos aseguramos de comer “como Dios manda”, y una siesta de, al menos, una hora.
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