En Segovia y Ávila, el cochinillo al horno es uno de los platos más famosos de la zona y desde luego lo consideramos un auténtico manjar. Uno de los asados tradicionales más comunes en nuestras mesas cuando hacemos una celebración o queremos sorprender a alguien.
Si bien cocinar un cochinillo lleva tiempo, no conlleva dificultad alguna a la hora de prepararlo. Según demanda la tradición, el agua y la sal son los principales ingredientes que acompañan en el horneado al cochinillo segoviano y si pudiera ser, su asado debiera ser en horno de leña.
¡Vamos con los ingredientes del cochinillo al horno!
1 Cochinillo «Marca de Garantía de Segovia»
1 Vaso y medio de agua
200gr Manteca de cerdo fresca
Limón
Sal gorda
La preparación
El primer paso y principal es sin duda el contar con un Cochinillo «Marca de Garantía de Segovia», el género es la clave del éxito.
La elaboración del Cochinillo de Segovia Asado comienza con el arreglo del mismo, previo a su cocinado en el horno. Colocando el cochinillo encima de la mesa, le abrimos el espinazo a punta de cuchillo desde la gaita hasta el rabo, procurando siempre no romper la piel.
Elaboración
– Se coloca en el interior de la cazuela o asador, situándolo de espaldas, es decir, quedando la parte interior del cochinillo a la vista.
– Se echa un poco de agua, de sazona por dentro y se lleva al horno.
– Previamente se calienta el horno a una temperatura de 180º como mínimo.
– Una vez alanzada esta temperatura se introduce el cochinillo.
– Pasada una hora se saca, se añade agua a la cazuela y si se ha dorado superficialmente le damos la vuelta.
– Una vez que tenemos el cochinillo con el lomo hacia arriba, se le picotea la piel cuidadosamente, se le da una pincelada de aceite de oliva virgen o manteca por todo el lomo y se introduce de nuevo en el horno otra hora y media.
– Finalizado el tiempo, el proceso puede ser interrumpido hasta un máximo de 48 horas.
– El proceso se completará con otra media hora, durante la cual se estará pendiente por si fuera necesario proteger alguna parte por exceso de calor (orejas, extremidades y rabo).
– Una vez la piel está dorada y crujiente, se considera que el cochinillo está asado, de no ser así, se le dejará hasta que alcance el aspecto crujiente deseado.
– El cochinillo de Segovia Asado debe consumirse inmediatamente después de asarlo.
– Es importante probar la salsa que se ha formado por el agua, la sal, el limón y los propios jugos del cochinillo, rectificando de sal si fuera necesario.
– Sírvela caliente y desgrasada.
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