Las setas son uno de los ingredientes más fascinantes en la gastronomía mundial. Estos hongos comestibles han sido utilizados en la cocina desde tiempos inmemoriales, no solo por su sabor único, sino también por sus múltiples propiedades nutritivas y medicinales. En Astral Café, las setas son protagonistas en varias de nuestras creaciones culinarias, pero ¿cuánto sabemos realmente de ellas? Te contamos algunas curiosidades sobre algunas de las setas comestibles más comunes y apreciadas en la cocina.
Algunos secretos de las setas comestibles
1. Champiñón (Agaricus bisporus)
El champiñón es una de las setas más populares y consumidas en todo el mundo. Esta seta es tan común que muchas veces olvidamos su origen y características particulares.
Curiosidades:
- El champiñón fue cultivado por primera vez en Francia en el siglo XVII, y su popularidad creció rápidamente por toda Europa.
- Aunque solemos consumir el champiñón blanco, esta seta también tiene una variedad marrón conocida como «portobello«, que se deja madurar más tiempo, lo que le da un sabor más intenso.
- Son bajos en calorías y ricos en vitamina D, algo inusual en los vegetales. De hecho, cuando los champiñones se exponen a la luz solar, aumentan su contenido de esta vitamina.
En la cocina: Los champiñones son extremadamente versátiles, se pueden consumir crudos en ensaladas, salteados o como ingrediente principal en guisos y sopas. Su textura suave y su sabor sutil los hacen un complemento ideal para una amplia gama de platos.
2. Boletus (Boletus edulis)
El boletus, también conocido como seta calabaza o porcini, es uno de los hongos más valorados en la alta gastronomía por su sabor profundo y su textura carnosa.
Curiosidades:
- Los boletus tienen un aroma a nuez que se intensifica al cocinarlos. Su textura es densa y carnosa, lo que los convierte en una alternativa vegetariana muy apreciada.
- Estas setas no se cultivan fácilmente, lo que las hace más exclusivas. Su recolección es todo un arte, y los boletus más codiciados son aquellos que se recogen en los bosques durante el otoño.
- Pueden llegar a pesar hasta 1 kg, y en algunas regiones de Europa se consideran un auténtico manjar.
En la cocina: El boletus es perfecto para risottos y platos con pasta debido a su sabor umami. También se puede utilizar en guisos y asados, donde su sabor se concentra aún más.
3. Seta de ostra (Pleurotus ostreatus)
Las setas de ostra son reconocidas por su forma de abanico y su delicado sabor. Son fáciles de cultivar y se han convertido en un ingrediente habitual en muchos platos vegetarianos.
Curiosidades:
- Aunque se les llama «setas de ostra», no tienen nada que ver con los mariscos. Su nombre se debe a su forma y a la disposición en la que crecen, que recuerda a las ostras en su concha.
- Tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que las convierte en un alimento funcional además de delicioso.
- Estas setas son muy eficientes en términos de cultivo, ya que pueden crecer en una amplia variedad de residuos agrícolas, como la paja o el serrín, lo que las hace muy sostenibles.
En la cocina: Cocinar bien las setas tiene su misterio. Aquí te dejamos un post sobre cómo preparar las setas perfectas. Su delicado sabor las hace ideales para platos ligeros, como salteados o sopas. También son deliciosas al grill, acompañadas de un toque de aceite de oliva y sal.
4. Níscalo (Lactarius deliciosus)
El níscalo, también conocido como robellón en algunas regiones, es una seta de color anaranjado que se recolecta en los pinares y que destaca por su sabor terroso y ligeramente picante.
Curiosidades:
- Cuando se corta, el níscalo desprende un líquido anaranjado característico que ha llamado la atención de los recolectores desde tiempos antiguos.
- Es una de las pocas setas que mantienen su color intenso tras ser cocinadas.
- Los níscalos tienen propiedades antimicrobianas, y en la antigüedad se usaban para tratar heridas y evitar infecciones.
En la cocina: Se suelen preparar a la plancha o en guisos de carne, ya que su sabor fuerte y terroso complementa muy bien los platos de otoño. Son perfectos para acompañar carnes de caza o incluso como protagonistas en guisos vegetarianos.
5. Trompeta de los muertos (Craterellus cornucopioides)
Pese a su nombre poco atractivo, la trompeta de los muertos es una seta muy apreciada en la gastronomía. Su color negro y su forma alargada pueden resultar poco atractivos a primera vista, pero su sabor es una auténtica sorpresa.
Curiosidades:
- A pesar de su nombre lúgubre, esta seta tiene un sabor suave y terroso que recuerda a las trufas, lo que la convierte en un ingrediente de lujo.
- Crece en grupos en los bosques caducifolios, y su color oscuro la hace difícil de detectar entre las hojas caídas, lo que añade un reto extra para los recolectores.
- Es rica en fibra y proteínas, y se puede secar fácilmente para utilizar en otras estaciones del año.
En la cocina: Su sabor terroso y umami la convierte en un complemento excelente para salsas y platos con carne. También se utiliza mucho en su versión deshidratada, ya que su sabor se intensifica al secarse.
Las setas no solo enriquecen nuestros platos, sino que también son un alimento lleno de historia, cultura y curiosidades. En Astral Café puedes venir a probar nuestros huevos estrellados con perlas de trufa negra. Harán que se te salten las lágrimas de gusto.
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